Un elemento básico en la cocina de horno. Leva y esponja
preparaciones con harina y espesa salsas y suflés, siendo más sano que otros
compuestos leudantes.
Polvo de hornear casero - Foto O. Ampuero |
Para mejorar la digestibilidad, aspecto, sabor y realce de
masas de harina cocida, es conveniente y práctica la adición en ellas de
algún compuesto leudante, que a temperaturas por encima de
la ambiental, expande el volumen de la preparación.
Básicamente, el volumen de lo horneado aumenta y disminuye
su peso específico, pues en su interior se han formado infinidad de pequeñas
burbujas de aire. Y el aire no engorda ni cae pesado.
Levadura o polvo de hornear, mejor el segundo
Estos compuestos leudantes pueden ser naturales, como
las levaduras (la de cerveza es la más utilizada)
o de preparación, como los polvos para hornear.
Los problemas de salud que puede acarrear el uso de la
levadura son varios. Si bien se consume en pequeñas cantidades, la levadura fresca continúa activa cuando
la ingerimos, y considerando que la temperatura del estómago es ideal para que
continúe su fermentación y crecimiento, expandiéndose en el interior. Provoca
por tanto una distensión abdominal molesta, que puede llegar a afectar la
respiración y el riego sanguíneo.
Cuando esa levadura consumida sigue fermentando, libera
alcohol, y este puede provocar reacciones serias en el sistema nervioso central
(depresión, ataxia, desorientación, debilidad, y aun coma, en casos muy
serios). Aun en pocas cantidades, se produce acidosis metabólica, pues provoca
la retirada del bicarbonato de sodio del sistema digestivo. Este es un
componente fundamental para el equilibrio de acidez química del cuerpo, y
afecta su funcionamiento.
El polvo de hornear es una mezcla de componentes de origen
químico, no tóxico en cantidades normales, que no reacciona más cuando termina
el horneado de la masa. Solo uno de sus componentes, el bicarbonato sódico,
mayoritariamente presente en lo que se llama comercialmente bicarbonato de
sodio, puede perjudicar la salud. Si se consume en
exceso, puede provocar diarrea, náuseas, vómitos y dolor
abdominal. En muy pocos casos, existe el agravante de que la persona sea
alérgica a este compuesto.
Polvo para hornear de fabricación casera
Este polvo leudante, si bien es una mezcla de productos
químicos, los mismos son derivados directos de compuestos naturales. Su
composición básica es 60% de bitartrato de potasio,
5% de ácido tartárico, y 35%
de bicarbonato de sodio.
Tanto el bitartrato de potasio como el ácido tartárico
tienen el mismo origen: se encuentran presentes en la uva.
El ácido tartárico es a la vid, como el ácido cítrico es al
limón. Se extrae y comercializa a
partir de la industria vinícola, y se consigue fácilmente en polvo en comercios
de venta de repostería.
El bitartrato de potasio recorre un camino
levemente más tortuoso. Es la precipitación coloidal (en cristales) de bebidas
como el vino, que por efecto de la ley de atracción de masas, se manifiesta
como sobresaturación de Ácido tartárico en el líquido, y se deposita en el
fondo de un recipiente que ha recibido frío o calor.
Por cuestiones comerciales, si bien es inocuo, actualmente
se lo filtra de los vinos a la venta (hasta hace unos veinte años, no se hacía
este procedimiento, quedando los pequeños cristales en los fondos de las
botellas). También se vende en casas de repostería, los cristales ya molidos a
polvo (se le llama Cremor tártaro o Crema de tártaro).
El tercer constituyente de la mezcla es el bicarbonato de
sodio. Se produce a nivel industrial con el Método Solvay, y se comercializa en casi
cualquier negocio de comestibles.
Las marcas comerciales, como por ejemplo el polvo de
hornear Royal, tienen agregado otro tanto (o sea, la mitad del volumen
total) de almidón de maíz, y es
conveniente hacer lo mismo con su preparación casera, pues este ingrediente
absorbe y elimina el exceso de humedad del resto de la mezcla.
Cómo funciona el polvo de hornear
El polvo de hornear mezclado en una masa de harina
y agua, produce dos reacciones (Double-Acting). Primero, el bicarbonato de
sodio, en presencia de un ácido, como el tartárico, se descompone en el
amasado, liberando dióxido de carbono y agua. El dióxido de carbono hinchará la
masa, y el agua será absorbida por el almidón de maíz. Ambas reacciones levarán
toda la mezcla, es decir, su volumen aumentará sin que lo haga su peso. Cuando
está en el horno encendido, actúa el bitartrato de potasio, que se descompone
con el calor, y libera oxígeno. Su efecto completa el proceso leudante,
provocando esponjosidad por
crear burbujas en la masa cocinada.
Ventajas del polvo de hornear respecto de la levadura
natural
Las ventajas de este producto son varias.
La solubilidad en agua del polvo de hornear es mucho mayor, puede guardarse
durante mucho tiempo y no necesita refrigeración para mantenerse. Actúa mucho
más rápidamente que la levadura, incluso no hace falta esperar que la masa
leude. Su leudado es perceptible a la vista.
Una cucharadita de 5 ml basta para hacer crecer a 250 ml de
masa, y tal es la proporción que lleva la harina leudante comercial. Si se tienen dudas sobre la efectividad del polvo, por
haber sido elaborado hace tiempo, se lo prueba colocando una pizca en agua
caliente. Si comienza a largar burbujas, sus cualidades están intactas.
Simplemente, se mantiene en buenas condiciones en un
recipiente hermético, guardado en un lugar fresco y seco.
Señor@s, a la aurora, alegría
Orlando Ampuero
Orlando Ampuero
Pero que muchísimas gracias Orlando, muy buenos tus recursos. He puesto la página como favorita.
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